jueves, 23 de junio de 2011

Mimos,flautistas, animadores y Bob Esponja

Hoy voy a hablarles de estas personas que invaden Madrid, Londres, Barcelona, supongo que media Europa. Los que se ponen un disfraz y salen a la calle: No son artistas. Los hay, claro que lo hay, enormes talentos callejeros. Tocando música en la calle. Mimos a los que se les echa una moneda y comienzan su espectáculo. Personas embadurnadas en barro, mojándose cada poco para que no se les seque en la piel, parecían auténticas estatuas de bronce. Una chica tocando el Violonchelo que ponía la piel de erizo por ejemplo. Hay verdaderas obras de arte que se manifiestan en las aceras de nuestras ciudades. Pero hoy voy a hablar de esos mimos que se ofrecen a limpiar los cristales del coche, con la cara blanca, una camisa blanca, una corbata negra, nariz de pelota roja y una lágrima negra. Estos que lo hacen por necesidad. También lo auténticos artistas lo hacen por necesidad, pero también lo hacen para que todos conozcamos su arte ¿y si pasa un cazatalentos? Estos personajes que no saben hacer nada y están sin trabajo son tristes.¿ Han visto ustedes aquellos que tocan la flauta en el suelo sentados una canción sin ritmo o si de milagro saben una, la tocan incesantemente? o ¿aquella novia estática pintada de gris entera, simulando metal, con un ramo de flores de plástico, que al darle dinero dice adiós con la mano y sonríe? Hay personas en este gremio que lo hacen francamente mal. No son actores, ni músicos, ni artistas, son pobres que tienen que comer. Evidentemente aplaudo que hagan algo para buscarse la vida y no se sienten a pedir con la mano estirada. Lo intentan, merecen mi respeto y el de todos.
El otro día estaba plácidamente observando la entrada de Bob Esponja al territorio comanche, montones de niños corrieron a saludarle, felices sonreían, gritaban, aplaudían, se sacaban fotos. Mamás, papás, niños y niñas se acercaban a él eufóricos. No falta el travieso. Este travieso se acerca a Bob le quita un diente al disfraz, lo tira al suelo y  se escapa. Sabemos que Bob solo tiene dos dientes. Una de las niñas que estaba allí, la típica considerada recoge del suelo el diente y empieza a perseguir a Bob Esponja metiéndole el trozo de disfraz en la boca...Claro, Bob esponja se desesperó se quitó el traje en medio de aquella marabunta y empezó a insultar, "que había que educar mejor a los niños joder" una madre le grito de todo. Los niños despavoridos huyeron del territorio comanche, nadie quiso ni una foto con aquel Bob Esponja calvo, gordo, sudoroso y con camiseta de tirantes. Por eso señores, hay personas que sirven para esto de la comedia y otras no. Definitivamente no.

jueves, 16 de junio de 2011

Mandando a la cresta

Bueno mandar a la cresta es un término cómico y divertido que significa ni más ni menos que mandar a la mierda, a paseo, a tomar el fresco o a tomar por donde mejor nos plazca. Yo siempre utilizo este término porque me encanta. ¿Cuándo mandamos a la cresta? Pues cuando estamos hartos, ya sea de situaciones, personas, ropa etc... Habitualmente no solemos mandar a la cresta a las personas a la cara, por educación, para no pasar un mal trago ni hacérselo pasar al mandado a la cresta. Pero nos cansamos muchas veces de personas que no pillan la esencia de las cosas. No captan que hay que saber controlar la situación y callar. Ellos siguen tan panchos porque realmente no se dan cuenta que están fuera de foco. Eso, molesta. Tío por dios calla...calla de una vez que me vuelves loco. Uno desiste. Lo peor de estos personajes cuando se dan cuenta de que los has mandado a la cresta sin decirles palabra, se ofenden tanto, que te responsabilizan a ti (no me gusta utilizar "echar la culpa") de la situación y quedas como el culo. A mi también me han mandado a la cresta a lo largo de la vida, pero no me he ofendido, me he puesto triste, pero no ofendido y enfadado. Mala suerte, no todos me tienen que querer, ni soportar, ni amar. Forma parte del crecimiento,  nadie tiene porque rendirte pleitesía ni besar el suelo que pisas. Si a éstas alturas de la vida no he captado eso, me mando a la cresta yo mismo a meditar. Esta corta reflexión os la dejo  por si alguien tiene un toca cojones en su vida...que sepa que todos tenemos alguno. Es que somos demasiados.A veces merece la pena irse a la mierda solo y feliz antes de que te manden otros.

viernes, 3 de junio de 2011

Quejicas.


Yo al ser un cangrejo no puedo saber nada de estas cosas pero no soy ciego, ni sordo ni menos mudo. Hoy voy  hablar de los dolores de los hombres y los dolores de las mujeres. Los dolores de los niños y ancianos me los reservo. De niño se llora enseguida. De anciano las quejas se llevan con resignación y dignidad, en silencio. Cuando estamos en plena vida, jóvenes, maduros, fuertes, sanos, brillantes de energía de repente a tu marido, novio, amante, amigo, a un masculino, le da catarro. ¿qué les pasa? ¿qué les pasa a los hombres cuando tienen catarro o algún dolor físico? Pues que se están muriendo. Van al médico, se hacen chequeos y no paran de quejarse. Van por la casa casi reptando, despeinados, arrastrando los pies, cabizbajos, hablando de nariz, agarrándose el cuello del albornoz para que no les entre más frío en la garganta, sin afeitar y moribundo te dice: "debo de tener fiebre" ¿es verdad o no es verdad? Sino pregúntenselo a cualquier mujer. Ellos son quejicas, no se enferman, se mueren directamente. No pueden cocinar, ni planchar, ni atender a los niños, ni ir a la compra, ni trabajar, nada, no pueden hacer nada. Sólo meterse en la cama o si tienen que hacer alguna cosa la hacen pero  dicen: 
.-"con lo hecho polvo que estoy"
.-"que jodido que estoy" 
.-"que catarrazo, que gripazo, que dolor de todo"
Está difícil contar con un hombre con un dolor de cualquier tipo . Las mujeres no pueden tener catarro, gripe o tener bajones, ya que el mundo se va a la mierda. Deberían parir los hombres o quedar embarazados y que les hagan cesáreas. Son muy dolorosas. Conozco mujeres que les han practicado  cesáreas y  al día siguiente tenía que atender a su niño recién nacido, darle de mamar y bajarse de aquellas camas tan altas que  hospital  proporciona. Nadie se entero. Sé que miles de mujeres pasan por lo mismo. Yo no digo que las personas no  se quejen de sus dolores, pero tiene que ser proporcionado, me refiero que el hombre no se queje tanto de sus pesares y que la mujer se queje un poquito más. Que ellas trabajan mucho. Conozco madres corajes, con tres y cuatro niños que trabajan fuera, son capaces de ir a la piscina, luego  van parque con sus niños, jugar con ellos, llegar a sus casas medio desordenadas, bañar a las criaturas darles de cenar, acostarlos, ordenar un poco la casa. Uds saben que la vida con los niños es a veces dura. Lidiar con niños pequeños, que no entienden que no deben hacer ciertas cosas porque son peligrosas para ellos, el estar pendientes de tus hijos es agotador y si tienes algún malestar se lleva peor, pero se lleva, no queda otra que currar. Con gripe o con migrañas a tus hijos no puedes dejarlos tirados. Una cosa también os digo: Ni todos los tíos son iguales, ni todas las tías son iguales. Hay de todo, lo digo para que el que lea esto y no se sienta identificado con el texto, sepa que él es un ser excepcional. Pero cuando una mujer se queja, se queja porque ya no puede más.







 

miércoles, 1 de junio de 2011

Uno mismo y los demás

  1. Llevaba una temporada larga sin ser exactamente la persona que soy. Por fin ahora recuperado de esa grave enfermedad que padecía me dirijo a vosotros para contaros la experiencia que es ser otra persona. Empecé a perderme cuando me dí cuenta que estaba dando demasiadas explicaciones a todos. Cuando intentaba agradar más de la cuenta. Cuando todo era para afuera y nada para mí. Estaba perdido en un bucle, que creo que todos caemos alguna vez, no en este especialmente, pero en bucles que no queremos o no podemos salir. Uno se deja absorber como esponjas. Nadie es el responsable de tu locura, solo uno, así que no puedes o no debes echarle la culpa a nadie de tus desfases. La cuestión es que me sentía vacío sin mi, sin mi yo divertido. Necesito reírme a diario conmigo mismo, necesito reírme de mi, de mis fallos, de ciertas situaciones y no tomarme las cosas tan en serio, menos las que no hacen falta. Hay personas que necesitan comer solomillos o morderse las uñas. Yo necesito la risa, el humor, la armonía, en otras palabras vivir así la vida. Otros creen que la vida es otra cosa, cada uno vive su vida como mejor cree, puede o quiere. Lo que no quiero en mi vida es que me inculquen otra. Que nadie me la dirija a su antojo y me convenza de que la vida que tengo que llevar es la que dicen los demás. Eso es un coñazo de vida, sin risas, sin despistarse un poco, sin resbalar, sin alegría, sólo seriedad, poniéndole gravedad a las situaciones y dinero. Puto dinero que enferma a las personas tanto si lo tienes como si no lo tienes. Engrosar la cuenta bancaria. Bueno, es tiempo de revoluciones. Las internas y las externas. Pero hay que regresar a uno mismo y no perderse en el camino, menos en el camino de otros.