martes, 31 de enero de 2012

Miradas


Hay miradas que te lo dicen todo. Hace unos días me echaron una mirada tan cómplice, tan sincera, que desde hacía tiempo no me pasaba. En realidad no fué solamente la mirada, sino toda la expresión de su cara me llegó al alma. Sentí que me recorría una especie de miedo o de que estaba desvelando un secreto entre nosotros que no se debía desvelar. Me dio pena en ese momento haber hecho sentir a esa persona triste. Noté tristeza en su cara. Noté un:" no sigamos con este tema que me duele".Tampoco vayan a pensar que era un tema muy peliagudo, era un tema normal de conversación, pero eramos muchos y a esa persona no le gustaba ese tema. Así que dejamos de hablar de ese tema y todo siguió tan normal. 
Luego hablamos entre nosotros si realmente lo que yo había percibido era cierto. Me dijo que era muy cierto.
También hay miradas hermosas que te hacen sonreír, que te transmiten amor y gustan. 
Es bonito el tema de las miradas. En el bus, en una consulta, en la calle. Es que somos unos mirones y nos gusta mirar. Si no sería aburrido el trayecto, por ejemplo el del bus, una vez que chequeas al personal y no te atrae nadie miras el paisaje, te pones los cascos y hasta te relajas. Por el contrario si hay alguien que nos atrae, hacemos lo posible para captar su mirada. No mientan, ustedes también. Todos queremos captar la mirada del que nos atrae, da igual el sexo. La cuestión es llamar un poquito la atención, tener un viaje gratificante, que alguien sea amable con su mirada, nos hace ver la vida más alegre, ese ratito que duro el trayecto captamos miradas amables y el mundo nos parece mejor. Un detalle, que no se me olvide: Mira como te gustaría que te miraran

miércoles, 25 de enero de 2012

Amistad

Yo tenía un concepto de la amistad potente. Creía en la amistad, creía en el ser humano. Hoy me encontré con una amiga. Me contó que después de toda una vida se había separado del marido, tienen dos hijos en común, un montón de cosas en común menos amor. Esta mujer se dio cuenta que la enfermedad que padecía le había hecho ver la realidad de la relación. Que, que en la salud y en la enfermedad es mentira. Bueno, ella se despachó a gusto.
Yo también me separé y aún conservo el amor a esa persona, amistad, lealtad (quiero decir que jamás hablo mal de esa persona, ni he contado sus secretos).
¿Por qué hay que acabar mal?¿Por qué las parejas no saben hacer un trato amistoso? Si es que hubo amor... por qué no se separan las cosas, quiero decir: Ya no podemos estar juntos, pero no nos hagamos la vida imposible. 
Hay pruebas de que con mi anterior pareja jamás nos dimos problemas. Siempre consideré que era inteligente, bueno era algo que no me planteaba, era obvio. Siempre supe que no tendría problemas  con ella, como si estaba en pareja, como si no. Me preguntarán ¿por qué te separaste entonces? y yo les contesto " eso fué cosa nuestra no, es pública". 
Por eso empiezo el artículo que yo creía en la amistad y creía en el ser humano. Más que nada creo en mi. En mi amistad, en lo que yo estoy capacitado para dar. Lo de los demás, no lo sé. Creí que todo el mundo tenía la misma capacidad que yo. (o la mayoría)

lunes, 23 de enero de 2012

El trabajo en España

El otro día pensaba en los trabajos. Si no eres el puto amo y  el jefe vas jodido. Trabajos del sector servicios, que deberían estar mejor pagados ya que estás cara al público. Debes de sonreír y ser amable. Por lo tanto, estar relajado sin preocuparte si tienes los ojos clavados del cabrón de tu jefe, pendiente de algún  fallo.
Siempre pienso en la hostelería, cuando pienso en la hijoputez que hay en ese ambiente.  No se valora el trabajo de un camarero/a. El jefe les da una caña tremenda y ellos sonrientes atienden al clientes que a veces es tan déspota como su jefe. Ya saben, personas con la autoestima muy baja que necesitas tener súbditos para creerse estar bien....un error. En España la hostelería siempre fué temible. Entrabas a tu hora, un poco antes te dice el jefe, ya que entre que te cambias y que el local debe estar abierto cara al público a las 8:30, para luego salir una hora más tarde porque llego un cliente que había que atender a última hora.
 Lo peor de todo esto es que tenías que estar agradecido. Tienes que estar agradecido de tener un trabajo.
 La crisis genera un lameculismo atroz, un servilismo espeluznante y tú con tu sonrisa a trabajar feliz. No voy a hablar del sueldo que recibe un camarero. Cada vez recortan más.
Es que a mi no me educaron para el esclavismo. Supongo que a uds. tampoco. Ni para ser servil. Me educaron para decir gracias cuando era necesario. Me educaron a tener deberes y derechos. Que nada es gratis y que tenías que trabajar para vivir. A tener respeto y ser justo etc... A lo que también me educaron es a no permitir que te den por el culo.
Es que es lo que tiene la crisis, que no te queda otra que aguantar.