Hay personas que tienen enemigos secretos y les encantaría desahogarse, pero no se atreven. El trabajo es duro. Tiene su contrato oficial. Hay que aceptar todas las cláusulas. Una nueva no agredir ni que te agredan físicamente. Firman los tres, el trabajador , el deudor y la empresa. Ya que las deudas no se pueden cobrar, la empresa persigue a los deudores y para eso tiene a sus trabajadores. La misión de este trabajador es presentarse con la mejor de su sonrisa a estos morosos. Los trabajadores tienen una ficha de cada deudor. Llegan a la casa de los deudores, no antes mirar su ficha:
.-Buenos días es usted Julio Pacheco Ruiz
.-Muy buenos días. Encantado soy Federico Salgado (apretón de mano y sonrisa amable) Cómo está usted. Vengo de parte de la Empresa “La Moral” ¿ recuerda verdad? Pues vengo a decirle:Gilipollas!!!!!...Que tenga usted un buen día y muchas gracias por atenderme.
Ya que no paga, por lo menos a la empresa le queda la satisfacción de insultarle. Tienes que llegar muy amable y cuando has conseguido la atención del deudor, soltarle un grandísimo y altísimo GILIPOLLAS. Es un trabajo arriesgado ya que te pueden soltar una buena hostia, pero como vas tan risueño y tan amable que al tipo lo dejas flipando. Confieso que estas ideas nos van saliendo en una comida con mi compañero. Es que con esta crisis ya no sabes que hacer para conseguir un trabajo, entonces te los inventas. No me negarán que es un trabajo nuevo, cobrarías. La gente se llama gilipollas sin cobrar ni ganar nada. Gratuitamente. Y eso no, si quieren insultarte que sea pagando ...ah ¿que tu me quieres insultar? Primero a pagar, así es justo. Los insultos agreden nuestra moral. Todo depende del grado de insulto, un gilipollas se cobra menos que un hijo de la gran puta!. Debería haber una ley que diga que por cada insulto que recibas, pasta que cobras, como una multa. Seríamos millonarios todos, se movería una pasta increíble más que en La Bolsa. Un ejemplo:
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Insultos a domicilio: Se ofrece persona culta con buena presencia para insultar a los que te joden. Al vecino, a tu compañero de trabajo que te come la moral, al que te quitó la novia...un sin fin de motivos para insultar a alguien. Hay tarifas con diferentes precios. Dependiendo del agravio del insulto se le aplicaría la tarifa correspondiente, si es muy fuerte más caro. Por lo tanto el precio sube con la dureza del insulto. Buen día. Y que nadie nos insulte no sin antes soltar la pasta.
jejejeje, muy buena idea, Claudita... se terminaría el paro si se pusieran a contratar gente para insultar deudores...
ResponderEliminaroye no sol,amente deudores tambien a gente que te cobra..jejejje
ResponderEliminarJajajajajaja, buenísima idea, prima, me encantó tu ingenio contra el paro... ;) El único riesgo de este curro es que "cobres" en especies (o sea, en tortazos), pero en fin, siempre se puede estipular un bono por hostia recibida y así, al menos, el trabajador no queda tan maltrecho, jeje.... ;)
ResponderEliminarBesos! xxx