RAQUEL

Me has dado muchos consejos, muy buenos. Sabes que he estado jodido y tu siempre ahí. Siempre dándome a entender que la vida hay que vivirla y no sufrirla, que hay que disfrutar sin herir, que no hay que hacer nada que a ti no te guste que te hagan, eran consejos fáciles de entender, pero que yo tan obstinado y gilipollas no quería escuchar. Cada vez que me ponía a hablar contigo era una especie de catársis, me despojaba de mis penas y te hacía sufrir, estaba siendo tan egoísta contigo y con todos, solo por mi sufrimiento, que además no era nada. Gracias a ti, a mi dos hijas, a mi hermano, a mi pareja, pero más que nada gracias a ti, decidí empezar a funcionar mejor, mejor mejor, a ser más feliz, o no feliz, pero a tener paz conmigo mismo. Y sí, todos mis problemas personales fueron desvaneciéndose, está claro que hay una crisis y una deshumanización espectacular, pero estoy hablando de nosotros, del alma, del dolor, de la paz, del descanso mental, por fin me toca a mi descansar de mi mismo, de olvidarme de mi y mirar hacia afuera, hacia los demás que tanto amo. Y eso vieja, me lo enseñaste tú. Han pasado años, pero siempre has estado apoyándome en todo, animándome y mandándome pasta cuando te la pedía. Por esto y por mucho más te doy las gracias madre. Te quiero y que tengas un feliz Cumpleaños.