jueves, 10 de marzo de 2011

El Autobus y Nosotros



Te subes y pagas tu billete. El conductor siempre arranca cuando no debe y te das con el que está delante, perdón y sonrisa como diciendo “joder con el conductor”. No pillas sitio ni loco, si coges un asiento para embarazadas, minusválidos y mayores ya no estás del todo relajado, siempre sube alguien en esas condiciones. Pero si tu eres el que tiene muletas, parece que todos miran por la ventana y no te ven.
Hay un sitio exclusivo para carritos y sillas de minusválidos, siempre está lleno de personas sin carrito. Llega la silla del minusválido o el carrito de una madre y hay una movilización lenta para la rapidez que exige el momento, parecemos perezosos a la vez de irritados. Parece que ceder el sitio, tu sitio duele, molesta. Siempre entra una viejecilla nerviosa para ver si el sitio que le corresponde está vacío, pero está ocupado por un joven con cascos que no oye ni ve, la viejecilla no se atreve a pedirle el sitio. Aún hay amables que le ceden el sitio. En los buses se ve como somos aveces de mezquinos y egoístas.
También son sitios que induce al coqueteo. Es más divertido si alguien te mira con ojitos. Está el que lee con cascos. Lo de los cascos es un invento, una manera de desconectar o dar a entender que estás desconectado y no quieres saber nada de nada ni de nadie. Están los que se duermen en los trayectos cortos, esos son especiales. Yo no podría.
Por la mañana los buses son más ruidosos, las pandillas de los chicos que van al Instituto, los niños al colegio, estos están llenos de vida. Los de la media mañana están en silencio y más vacíos, amas de casa, parados y paradas... es un poco deprimente. Por la tarde adquieren alegría otra vez de niños y personas que vuelven a sus casas pronto y por último el de la noche, las personas que vuelven del trabajo, la mayoría mujeres, el bus está en calma, pero con tranquilidad del que trabaja y vuelve cansado pero satisfecho. Del autobús se pueden sacar muchas historias.

8 comentarios:

  1. si, la peña pasa de todo en los buses, metros, aviones...

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  2. los autobuses, transporte de adormilados, frustrados, cabreados y de un que otro desubicado feliz... buena, nota, nenita.

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  3. Todavía recuerdo con cariño mis años en el Instituto, cuando viajaba en la línea 1 y las marañas de estudiantes que colmaban el bus (a veces de estos tipo oruga, largos y ondulantes, en los que o te agarrabas bien o salías disparado por el pasillo). La parada cercana al Instituto se llenaba y los codazos y empujones corrían porque todos queríamos subir (y a la vez, claro) al bus... Y nunca faltaba el listillo que gritaba, para ser escuchado por todos: "¡Tranquilos, joder, que parecéis estudiantes!" (jaja!) ;)
    Besos! xxx

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  4. Uyy que buen tema, que da para volumenes y volumenes, yi antigua eterna pasajera de bus..creo que di vuelta a la tierra varia veces durante anios y anios de recorrido, y cada uno..con historia diferente...
    lindo pikinina

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  5. El escamoteo, como velos invisibles, entre una bandada de seres.
    Antes de ponerme mi gorrito de dormir... recordaré aquella nariz de niño en Madrid apoyada en la ventana del bus, ese rojito que salía desde la Moncloa hasta Puerta de Hierro.

    Nota de sabrosas calorías, Claudia. De realismo y rompientes.
    Chapeau.

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  6. viajo diariamente desde hace 3 años 216 kms, cosa que da para mucho:leer, comer, hacer ganchillo, escribir, dormir, escuchar musica, etc. Y obviamente escuchar hueás de los demas, por eso oigo musica, leo, tejo, escribo o duermo...me carga escuchar conversaciones ajenas si no me puedo meter...obviamente el viaje que hago es placentero, o sea, somos pocos, nunca mas de 10 en el bus...Me siento atras, donde tengo mi tienda de campaña y paso piola.. no veo a nadie ni me ve nadie hasta que me bajo...en los viajes urbanos, o mas cortos hay mas cosas que ver y contar.. hasta anecdotas. De este viaje lo mas anecdotico que puedo contar fue cuando vi un jabálí atropellado ... tremenda hueá..

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  7. Yo había opinado aquí, por qué no salió??? Buaaaaaa, los blogs me odian...

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  8. buen tema este, buena reflexión ¿no opiné ya, en su momento? bueno, hoy lo he vuelto a leer, y es verdad, así son los buses, dependiendo de la hora y el día se suben determinadas personas, bueno, en mi caso, apenas uso el bus, a ser posible, nunca, prefiero el transporte gratis, o sea, a patita...Bueno, yo soy de las que cede el asiento a viejitas, y embarazadas, las viejitas son muy jodías porque nunca quieren molestar, nunca se quieren sentar, te obligan a sentarte otra vez, en cambio las embarazadas aceptan enseguida, y las mujeres que van cargadas con niños en brazos, y bolsas , a esas tambien les cedo el asiento. buen tema, me gustó. saludos

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