Desde pequeños nos están enseñando modales, a comer bien, a comer espaguetis sin mancharnos, a no sorber la sopa, a comer con la boca cerrada, a comer como ser humano, a bocados pequeños, a masticar lento, a coger los cubiertos correctamente ya no te digo a utilizar copas de agua de vino blanco o tinto, cuchara y cuchillo a la derecha, tenedor a la izquierda y cien mil cucharitas que aquella mesa quisiese parecerse la del palacio de Buckingham.Me refiero a lo normalito.¿Cómo frustranos el comer una zanca de pollo con el tenedor y cuchillo si no hay más gozada que comerla con la mano? o ¿comer los espaguetis y aspirarlos salpicando la salsa de tomate y tirándonos de las orejas a la vez que nos ponemos bizcos?o ¿comernos un centollo ensuciándonos hasta el pelo? Es que comiendo con tenedor y cuchillo el plato pierde la gracia.Chuparse los dedos después de saborear la carne del las costillas a la brasa, no tiene precio.Mientras podamos comernos unas mazorcas con mantequilla a lo bestia, aprovechemos, que de mayores no podremos, nuestra dentadura no lo permitirá.
Recuerdo que de pequeño comíamos membrillos, que son duros como palos, le dabamos unos golpes en la pared, para ablandarlos, pero había membrillos tan ricos que no hacía falta darles de hostias, pero duros como que se yo! ahí no dejamos los dientes, te aseguro que ahora corremos un grave peligro de dejarnos los dientes. Hay alimentos que debemos dejar a nuestros hijos comer como les de la gana, porque se saborean mejor. Si esos mayores que nos educaron a comer acabarán comiendo como niños.O sea todos nosotros.
Por los dichosos modales a veces no disfrutamos de las comidas. Que si el pescado necesitas un cuchillo especial, que no es cuchillo sino paleta. Que las copas tienen que ser así o asá, la servilleta tiene que estar en la falda. Por dios! si no vamos a comer en la vida con los reyes. Es verdad que tiene que haber un mínimo de hábitos, para no perder la costumbre y oye uno nunca sabe con quién te tocará comer alguna vez. Mira Letizia Ortiz, jámas se imagino ser futura reina de España Seguro que tuvo que dar clases de protocolo a lo bestia de todas maneras. Si nuestros hijos o alguno de ellos se casa con una princesa o príncipe, tranquilos que le van a enseñar, sea como sea y lo que sea.
No hay nada más horrible que beberse un té con el dedo tieso.Comer galletitas con la boca muy cerrada poniendo caras , haciéndonos los finos. Es horroroso.Tampoco es cuestión de comer como cerdos y usar los mondadientes como posesos, eso no. Pero saborear los alimentos hay veces que tienes que perder los papeles, sino no vale.
en realidad uno se queda ,al principio de nuestra vida, con ciertas cosas, luego las va eliminando. Vamos soltando lastre, o sea lo que no nos gusta no lo hacemos. Todo lo que ha servido como cómplice de las "buenas formas" a reprimirnos. Y no solo soltamos lastre en lo que se refiere a las formas en la mesa sino en todo lo demas y quien no lo haga en ese todo lo demas, seguirá comiendo con el dedo parado, no sorberá la sopa ni chupará los huesos y no soportará a quienes lo hagan.
ResponderEliminarAl final, comeremos papillitas y no solo eso, nos la van a dar en la boca misma. Sin ir más lejos, (aun sin llegar a la papillita) ni sueño con un membrillo machucado....
Bajo la boca hay un enjambre de venas muy bien vestidas con traje de piel de gallina...En la comida, una pesadez deformada, que con cubiertos o no, cae en nuestro estómago. Después, todo se evacua destilado. O semi destilado...
ResponderEliminarY la vida, sigue igual. Igual, más allá de cualquier corrección algodonosa.
la gente que come con tanto aparataje en la mesa, servicios, platillos, copas, posa tenedores y pijadas varias, normalmente come poco. son ofensivos esos platos "finos" que veo en documentales o internet que llevan un mojoncito con algo que puede ser pato o ternera (blandengue), una hojita cagona de rúcula o endivia y un chorrito marrón o verde que en un gesto rápido y amariconado (artístico) le deja caer el cocinero estrella. Esa infamia de comida no "calienta" a nadie, así es que no te queda otra que entretenerte con todo el servicio de la mesa, que espero traiga una pequeña espátula para recoger esa plasta.
ResponderEliminarUna empanada chilena, unas costillitas, unos trutos de pollo, da gusto comerlos con la mano. Pero eso si, no me gusta chuparme los dedos... no sé por qué, tendré que averiguarlo.
jejeje..cangrejin sabes tocar los timbres todos los dias..(no digo cojones que es feo) bueno es verdad lo que dices..pero con el tiempo uno aprende como cuando y donde hacer lo que te viene en gana..lo unico feo horrible y asqueroso que en la mesa o donde sea..se chupen las muelas..
ResponderEliminarAhora que estoy por recibir un honor por recetas de papillas..puedo comer sin dificultades..ni ensuciarme los dedos...
jajajaj lo unico que se, es que tanta comida , platos, cubiertos y demás referentes de la alimentación en tu post me estan dando unas ganas de comerme un bocata bien rico!!! jajaj y son las 9 de la mañana!! felicidades por tu post!! no hay nada como comer disfrutando.
ResponderEliminarhttp://digaloquesea.blogspot.com
¡no pongas el codo en la mesa! ¡no te eches encima del plato!...son cosas que uno aprende de pequeño y no se olvidan jamás...¡no sorbas la sopa, corta los fideos!...uno viaja y va conociendo mundo y costumbres asquerosas de otras personas (culturas)solo en israel vi que dejaran a los niños comer con las manos y mancharse hasta el pelo y todo a su alrededor tambien, que asi aprenden a comer y no se que más explicaciones te dan...una guarrada vamos...la ensalada se come con tenedor y no a dos manos...Buen tema, Claudia. Saludos
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